El 22 de septiembre, durante las becerradas de Algemesí, en Valencia, se grabaron unas imágenes de incógnito ante la imposibilidad de acceder cámaras de televisión. En ellas se ve  cómo los festeros de esta localidad valenciana lidian con banderillas a reses de menos de dos años.

El desenlace final, el que sí han podido captar las cámaras otros años, es  la muerte de los animales. “Es una muerte agónica y lenta”, explica Jesús Frare, del grupo antitaurino Folgança. Una fiesta que se repite año tras año  y que se mueve entre detractores que piden su abolición por considerarla cruel y salvaje. “No son expertos y causan mucho dolor al animal”, explica una joven.

Y hay quienes la defienden a capa y espada. “Es una fiesta tradicional del pueblo, y me parece de categoría”, asegura un vecino. Uno de los festeros impide la grabación del momento en el que uno de los becerros muertos es retirado de la plaza. Las becerradas se volverán a repetir el miércoles.