"Que la familia que me perdone, que me perdone Dios, he quitado la vida a un niño de ocho años", ha dicho Ana Julia Quezada entre lágrimas y tapándose la cara con las manos.

Ha sido uno de los momentos más duros para la acusada, cuando ha visto las fotos en las que ella carga con el cuerpo del niño Gabriel ya muerto. En la sesión de este martes, en la que ella declara, se le han mostrado las instantáneas y en ese momento se ha derrumbado.

En las fotografías, tomadas por la Guardia Civil ese mismo 11 de marzo, se ve a Quezada retirar las tablas con las que había tapado el agujero donde había introducido al niño y como abre el maletero del coche donde luego introduce el cadáver.

También se le ha mostrado la toalla con la que cubrió a Gabriel y que fue encontrada en el vehículo cuando fue interceptada y detenida por los agentes.