El Gobierno de Galicia ha tenido que hacer frente a la urgencia sobre la falta de agua potable por insalubridad en la comarca del Ferrol. La alarma se ha disparado con un primer análisis que se corrobora con un segundo análisis.

El alcalde Ferrol, Jorge Suárez, acompañado por el resto de regidores de las poblaciones afectadas, ha declarado que se han registrado 165 microgramos de trihalometano por litro, cuando lo máximo permitido actualmente son 100 microgramos por litro.

El trihalometano es un compuesto químico, no materia orgánica, producido por el contacto entre el cloro y la materia orgánica que existe en las tuberias. El exceso de materia orgánica reduce los niveles de cloro y esto, añadido al arrastre de suciedad en las tuberías y al calor, produce el trihalometano.

La situación tiene precedentes pero nunca se ha llegado a superar el límite establecido por la legislación vigente sanitaria. Tanto Emafesa como Cosma, empresas de suministro, trabajan para intentar subsanar la situación a la mayor brevedad posible aplicando dióxido de cloro, compuesto con resultados a corto plazo sobre el trihalometano.

Los análisis que están realizando muestran ya una reducción en los niveles de este compuesto y en algunas zonas se llega a los 101 microgramos por litro. Este hecho hace pensar a los regidores que la solución a esta "crisis" llegue en un corto plazo.

Los alcaldes de los cinco municipios afectados han lanzado un mensaje de tranquilidad a la población: "No hay riesgo a corto plazo por la ingesta de agua. Si producen efecto en la salud es a muy largo plazo, décadas y con una ingesta diaria muy abundante. Por lo que la población debe estar tranquila ya que no es una alerta sanitaria que vaya a desbordar los hospitales", ha apuntado Jorge Suárez.

A nivel informativo todos los ayuntamientos han publicado bandos y se ayudan de los medios de comunicación, redes sociales y coches con megafonía para que toda la población esté en conocimiento de la situación. Además, los regidores solicitarán ayuda si es necesario a la Xunta y a la UME para abastecer de agua a los 150.000 afectados.