La vacuna de Janssen es la cuarta aprobada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), detrás de los ya conocidos antídotos de Pfizer, Moderna y AstraZeneca. España contará, según lo estipulado, con 5,5 millones de dosis a lo largo del segundo trimestre. De momento, ya hemos recibido casi 150.000 dosis que se prevé se empiecen a inyectar en las próximas horas después de que la EMA haya recomendado su uso en Europa pese haber hallado un vínculo con casos muy bajos e inusuales de trombos

El salto definitivo en la vacunación

Por el momento, Sanidad ya ha certificado que está inyección irá destinada a personas de entre 70 y 79 años. Y supondrá un factor clave en la vacunación, debido a que, con este antídoto, cada dosis se traduce en una nueva persona inmune contra el coronavirus.

Si bien no tiene la misma efectividad que Pfizer o Moderna (los porcentajes de ambas compañías, con una tecnología de ARNm muy puntera, han roto los registros en la vacunación), tal y como defiende la EMA, esta inyección cumple con holgura lo que necesita la sociedad para retomar la normalidad. Esta vacuna ha sido desarrollada por la farmacéutica belga Janssen, que a su vez es una filial de una compañía mucho mayor: el gigante estadounidense Johnson and Johnson.

En este caso, a diferencia de otras inyecciones, hablamos de una vacuna de vector viral que, como afirma el Centro de Control de Enfermedades de EE.UU. (CDC), "contiene una versión modificada de otro virus (el vector) para darles instrucciones importantes a nuestras células". Es decir, se trata de un tipo de inyección más "clásica" y reconocible, que encuentra su principal virtud en el ahorro de dosis.

¿Cuál es la efectividad de la vacuna de Janssen?

De acuerdo con la EMA, se trata de una vacuna con "datos sólidos" que cumplen "los criterios de eficacia, seguridad y calidad". Ahora bien, ¿cómo fue testada?, ¿cuál es su capacidad medida para acabar con el coronavirus?

La inyección de Janssen ha sido testada en Estados Unidos, mediante un estudio en el que participaron sujetos de múltiples partes del globo, como de Sudáfrica, América Latina o el propio país norteamericano.

En total, 44.000 personas formaron parte de los ensayos, aunque divididas en dos grupos: por un lado, 22.000 de ellas recibieron el antídoto, mientras que el 50% restante fue sometida a un placebo —un tipo de sustancia que carece de capacidad curativa, pero útil para ver la reacción de la población en este tipo de experimentos—.

Por su parte, los resultados clínicos fueron clarividentes: pasadas las dos semanas desde la inyección, hubo una reducción del 67% en el número de casos sintomáticos de COVID-19 (apenas 116 casos de 19.630 personas se mantuvieron). Es decir, este mismo porcentaje, según la EMA, ejemplifica su efectividad: de un 67%. Esto significa que la vacuna tuvo una eficacia del 67%.

Ahora bien, de acuerdo con la guía técnica del Consejo Interterritorial de Salud, su capacidad para inmunizar es todavía mayor: en el grupo de 65 años o más la eficacia alcanzó el 82,4%, mientras que en el grupo de 75 años o más ascendió incluso al 100%, por lo que, según esta entidad, su eficacia total ascendería hasta el 76,7% a los 28 días de vacunación, frente a los 14 días medidos por la EMA.

¿Cómo se conserva esta vacuna?

La vacuna de Johnson & Johnson puede ser almacenada y distribuida a una temperatura de entre 2 y 8 grados, como una nevera común, pudiéndose mantener en condiciones estables durante dos años a una temperatura de entre -25º y -15ºC (en caso de que sea congelada), y de unos 3 meses de mantenerse en un refrigerador. Es decir, además de funcionar con una dosis, la logística para su condervación es menos compleja que la de otras vacunas.

No obstante, según recuerda Sanidad, tras pinchar el vial para extraer la primera dosis, el resto de la vacuna debe usarse en las 3 horas siguientes si se conserva a temperatura ambiente (máximo 25ºC) o 6h si se conserva en frigorífico entre 2ºC y 8ºC. "Una vez transcurrido este tiempo, la vacuna debe desecharse en el contenedor de residuos biológicos", apunta la entidad.

¿Efectos secundarios?

Como cualquier tipo de vacuna de este tipo, las personas que se beneficien de esta inyección son susceptibles de notar unos efectos secundarios leves. Así, según Sanidad, las reacciones adversas más frecuentes fueron el dolor en el lugar de inyección (más del 40%), cefalea, fatiga y mialgias (en torno al 30%), náuseas (15%) y fiebre.

La EMA, en esta línea, insiste en que estos "generalmente son leves o moderados y desaparecen un par de días después de la vacunación". Asimismo, suma a la lista otro tipo de efectos, como dolor en el lugar de la inyección, dolor de cabeza, cansancio, dolor muscular y náuseas. También, en el documento de Sanidad, se recuerda que no se recomienda el uso de Paracetamol antes de la inyección (sí después, como tratamiento), debido a que por el momento no se disponen de "datos sobre el impacto de esta medicación sobre la respuesta inmune".