El verdadero tesoro de Gibraltar no tiene que ver con la soberanía de La Roca o de sus aguas. La riqueza del peñón se esconde en los bancos y se mide en su agitada actividad financiera.
En menos de 6,5 kilómetros cuadrados se refugian más de 50.000 sociedades. Los gibraltareños tocan a casi tres empresas por persona. El anzuelo con el que llaman la atención de las empresas es la opacidad. "Crean sociedades fantasma o pantalla para ocultar al fisco sus actividades y así cobrar menos impuestos", ha declarado Ricardo García Zaldivar, presidente de ATTAC en España.
El secreto bancario lo blindan todos, incluídos el Santander y el BBVA. Como plus, las empresas radicadas en La Roca se libran de pagar IVA, Renta e impuesto de sociedades o patrimonio, aunque en los últimos años se han producido cambios en esta idílica situación. Ana Villarta, periodista experta en economía gibraltareña ha comentado: "La situación fiscal de Gibraltar es muy ventajosa pero no es un paraíso tal y como lo entendemos todos".
Las variaciones del paraíso fiscal se produjeron cuando Gibraltar empezó a facilitar información a todos sus socios europeos, a excepción de España, que se niega a firmar acuerdo alguno con la colonia británica.
Sin embargo evitar el fraude cada vez es más complicado porque los ejecutivos españoles nunca han mostrado demasiado interés a pesar de que el Peñón ha sido la lavadora de dinero negro favorita de los implicados en operaciones como 'Ballena Blanca' y 'Malaya'.
En cambio ahora Gibraltar diversifica el negocio y se ha convertido en la meca del juego por Internet, implantando cerca de 200.000 líneas telefónicas para que todo el mundo haga juego en La Roca.