Una docena de personas para cuidar hasta el más mínimo detalle. En la tele se vio de una forma, pero tras las cámaras había mucho más. Don Juan Carlos se deja aconsejar, pero también propone.

Repasan hasta la última coma del guión, el Rey tiene que saber cuándo debe cambiar de cámara. Detrás, el Príncipe supervisa la grabación. Toma nota para el futuro. Pero, a pesar de los esfuerzos, el discurso ya no seduce a la audiencia como antes, pasado el efecto Urdangarin: "La justicia es igual para todos".

Este año fueron 150.000 personas menos quienes decidieron poner su mensaje antes de la cena de Nochebuena. Es la tendencia desde el cambio de siglo. En los últimos 13 años, Don Juan Carlos ha perdido 2,2 millones de espectadores.

Los más fieles al monarca son las mujeres y los mayores de 64 años. Por comunidades, castellano-leoneses, gallegos y aragoneses no perdieron detalle de las palabras de Don Juan Carlos. En cambio, en las islas fue donde menos se sintonizó el mensaje.

Y a pesar de que en Cataluña desapareció el cuadro del Rey en la investidura de Mas, y que éste reconoció no haber visto el mensaje, más de un millón de catalanes, casi los mismos que el año pasado, escucharon lo que el rey tenía que decir sobre la consulta sin citarla: "Respeto a las leyes y los cauces democráticos".

A pesar de las protestas, la televisión pública vasca emitió el discurso, aunque también perdió espectadores. Unos 40.000 menos que en 2011.