El Partido Popular se llena de optimismo con Mariano Rajoy a la cabeza. El presidente del Gobierno no quiere que nadie le agüe la fiesta de la recuperación. "Sería muy bueno que hubiera menos extremistas, menos pesimistas, menos agoreros", ha manifestado. Primero mira al pasado para explicar cómo se encontró España al llegar al Gobierno asegurando que “se trataba de evitar la quiebra”, para después culpar al ejecutivo anterior que, según Rajoy, se empeñó “en gastar lo que no se tiene”.

Asimismo, una vez más, Rajoy ha ensalzado sus reformas aunque admite que son “medidas duras”. "Nos dejaron un país lleno de incertidumbres y estamos construyendo un mañana de seguridades”, ha manifestado. Este mensaje va dirigido para quienes les acusan de lapidar el Estado del Bienestar y destaca, como ejemplo, que su Gobierno “no ha bajado pensiones como sí hizo el PSOE”. En este aspecto, ha señalado que "las críticas por parte de quienes gobernaron antes son profundamente injustas".

Además, no hay acto del PP últimamente sin críticas a Podemos. Este sábado les ha tocado el turno a Ignacio González y a Dolores de Cospedal. El presidente de la Comunidad de Madrid ha afirmado que "hace falta tener la cara muy dura para llamar casta desde el Parlamento Europeo cobrando 100.000 euros al mes".

Cospedal, por su parte, ha señalado que "conviene muy bien distinguir a los populistas y a los que hablan para tratar de convencer al pueblo", a lo que ha añadido que “los españoles no se deben dejar engañar”.