Pedro Sánchez prefiere callar porque quizás, el líder del PSOE ya no lo ve tan claro como este miércoles. Un optimismo que choca con el muro de la realidad porque la fórmula con la que sueña Sánchez es la suma de PSOE, Podemos y Ciudadanos.
Algo, que tanto Iglesias como Rivera, dan prácticamente por descartado. "Si Podemos renuncia a lo que es Podemos sí", explicaba el líder de Ciudadanos.
Pablo Iglesias está de acuerdo con Rivera en que juntos es imposible y por eso le pide que el que se aparte sea él. "Yo creo que con sectarismo no se avanza, y creo que sería bueno que nos permitan explorar la vía de un gobierno progresista, un gobierno de coalición a la valenciana, si no la quieren explorar, habrá repetición de elecciones", señala Pablo Iglesias.
Pero esa camino propuesto por Podemos de un pacto de izquierdas a la valenciana, no parece tampoco allanado, entre otras cosas, porque lo rechaza Pedro Sánchez. "Todo acuerdo que se vaya a construir en las próximas semanas tiene lógicamente que respetar el acuerdo que hemos logrado con Ciudadanos", decía Pedro Sánchez.
Aferrado a ese acuerdo solo quedaría una salida, no menos rocambolesca: que los 131 votos que garantizan el pacto PSOE-Ciudadanos contasen a última hora con la abstención de Podemos. Aun así, los 122 votos en contra del PP harían necesaria una abstención masiva del resto de grupos, porque, con que Esquerra por ejemplo, votase no, ya no saldrían las cuentas.
Por cerrar está todavía la fecha de la reunión a tres anunciada ayer entre PSOE, Podemos y Ciudadanos.