La llamada de Sánchez se
produce después de que algunos barones, como la presidenta andaluza, Susana
Díaz, dieran muestras de desesperación por el retraso en la revisión del modelo
de financiación y de malestar por la posición del PSOE de apoyar el pacto entre
el PP y el PNV sobre el cupo vasco sin aprovechar para exigir a Rajoy una
negociación simultánea de la financiación de las comunidades del régimen común.
Desde Bruselas, Susana
Díaz ha confirmado su conversación con Sánchez y ha dicho que éste ha
respaldado su postura respecto a la "urgente" necesidad de que el
Gobierno de la nación presente una propuesta sobre el nuevo modelo de financiación
autonómica.
Por su parte, Sánchez
habría recordado a los presidentes socialistas que "todos" estaban de
acuerdo en la resolución que aprobó el lunes la ejecutiva federal en Valencia
sobre los aspectos centrales de la financiación autonómica y local.
El líder del PSOE, que
reunió hace dos días a su ejecutiva federal con la de los socialistas
valencianos, dio al Gobierno, en la rueda de presa posterior, de plazo hasta el
31 de diciembre para que presente una propuesta de reforma del modelo de
financiación autonómica y le ofreció "abrir un proceso de
negociación" para que el nuevo modelo esté en marcha, tal y como se
comprometió, antes de 2018.
Dos días después, la
dirección del PSOE matizaba que la negociación del nuevo modelo no puede ser
"entre los partidos" políticos, sino que es entre el Gobierno y las
comunidades autónomas en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Además de la andaluza
Susana Díaz, el presidente valenciano Ximo Puig lidera la reivindicación de la
urgencia de un nuevo modelo de financiación que "garantice el acceso en
igualdad de condiciones a los servicios básicos de todas las autonomías sin que
exista discriminación".
Fuentes cercanas a Díaz
subrayan que Andalucía no está dispuesta a "recibir menos de lo que recauda"
ni "menos que el que esté recibiendo más" y consideran, igual que el
presidente asturiano, Javier Fernández, que la dirección del PSOE debería haber
exigido a Rajoy que negociara de forma simultánea el cupo vasco y el modelo de
financiación.
En esa línea, el
diputado andaluz Antonio Pradas ha reivindicado esta mañana en los pasillos del
Congreso la necesidad de que se "acompase" el nuevo sistema de
financiación con la aprobación del cupo, porque "muchas comunidades están
desesperadas".
Entretanto, en Ferraz
temen que el Gobierno -que ya ha reconocido que no cumplirá con el compromiso
que adquirió con las comunidades de reformar este año el sistema- quiera
dilatar este debate para propiciar la división entre las autonomías
socialistas.
Por eso la pretensión
del PP de trasladar también este debate a la comisión territorial del Congreso
ha provocado rechazo y enfado en la dirección federal. "Nada de llevarlo a
la comisión territorial, quien lo tiene que poner sobre la mesa, acordar y
pactar es el Gobierno", señalan fuentes de la dirección socialista, que
explican que el PSOE como partido no planteará ninguna propuesta, porque
entienden que eso le corresponde al Gobierno.
Aseguran, no obstante,
que las siete comunidades donde gobiernan (Andalucía, Comunidad Valenciana,
Baleares, Aragón, Castilla-La Mancha, Asturias y Extremadura) serán capaces de
llevar a la negociación con Hacienda "una postura común, como siempre han
hecho".