España y Marruecos celebran este miércoles su primera cumbre de alto nivel en ocho años con el objetivo de asentar la relación entre ambos países. Desde el Gobierno se califica esta visita como histórica, un viaje que culminará el jueves con el repaso de objetivos de ambos países en este nuevo marco.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido recibido por su homólogo marroquí, Aziz Ajanuch, en Rabat. Sánchez ha sido recibido con honores militares y ha mantenido una primera reunión con Ajanuch antes de trasladarse ambos al foro empresarial que marca el comienzo de la cumbre.

"Vamos a consolidar los acuerdos adoptados con el rey en 2022. Nuestro objetivo es abrir una nueva etapa sobre unas bases renovadas de confianza y cumplimiento de lo acordado. Compartimos la ambición de avanzar en este nueva etapa. Vamos a impulsar una nueva asociación económica avanzada entre España y Marruecos", ha asegurado Sánchez en su comparecencia. Parte de esa asociación pasa por una dotación de 800 millones de euros que facilitarán las inversiones de empresas españolas en Marruecos.

Por su parte, Aziz Ajanuch ha incidido en que, pese a los "altibajos" en la relación entre España y Marruecos fruto de "malentendidos", siempre han "encontrado soluciones" para solucionarlos. "Somos más fuertes si estamos juntos", ha aseverado.

La llamada de Mohamed VI

Antes de viajar a Rabat, Sánchezha mantenido una conversación telefónica con el rey Mohamed VI, con quien ha hablado de la reunión y se ha acordado "seguir impulsando la relación entre los dos países", según traslada el Ejecutivo.

Además, Sánchez ha aceptado una invitación del rey de Marruecos para realizar muy pronto una visita oficial a Rabat. Es decir, en esta cumbre no estará presente Mohamed VI, que ahora mismo se encuentra fuera de Marruecos. Para el Gobierno, este hecho no resta "ni unápice de importancia" a esta cumbre.

Es más, desde el Gobierno destacan que la llamada se acordó entre ambas partes, algo que califican de "inédito". "Esto demuestra la implicación personal del rey de Marruecos en lograr los mejores resultados de esta reunión de alto nivel", añaden. La llamada ha durado media hora.

Ausencia de Podemos

En esta cumbre no habrá un solo ministro de Unidas Podemos, que ha criticado que "ni el respeto a los Derechos Humanos en frontera ni la libre autodeterminación del Sáhara parecen estar en la mesa".

Son palabras de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, que ha justificado que no se dan las condiciones para acudir por parte de la formación morada.

Desde el área de Internacional de Podemos, cuestionan las "fuertes controversias" entre las que se celebra el encuentro, como "el Morocogate y la declaración del Parlamento Europeo la semana pasada", en la que los eurodiputados españoles socialistas votaron en contra de una resolución en Estrasburgo para restringir la entrada a respresentantes de Marruecos mientras se investigue el 'Qatargate'.

El PP habla de "humillación"

La respuesta del principal partido de la oposición a la llamada entre Sánchez y Mohamed VI no se ha hecho esperar. "Humillación", así consideran los populares la conversación telefónica entre ambos, acusando a Sánchez de "dejarse ningunear".

"No cabe mayor humillación que ceder todo ante Marruecos, ir con medio Gobierno a dar satisfacción, retratarte en el Parlamento Europeo, que el rey no te reciba y que te conformes con que te coja el teléfono", ha afirmado el vicesecretario de acción institucional del PP, Esteban González Pons.

Como respuesta a estas palabras, el ministro Albares ha cuestionado que los únicos que "no entienden" la importancia de la cumbre son los miembros del PP, a los que afea "no conocer la política exterior": "No entienden la importancia para Canarias y Andalucía de esta relación".

Los objetivos de la cumbre

Después de un año de avances en la relación España-Marruecos, comenzando por aquella carta de Sánchez apoyando el plan de autonomía marroquí para el Sáhara, el objetivo pasa ahora por evitar esas crisis entre ambos países que, según el ministro José Manuel Albares, se tenían "cada 'X' años".

El propio Albares descartó que el tratado que salga de esta reunión incluya una mención a la soberanía de Ceuta y Melilla como ciudades autónomas. "A mí no me tiene que certificar ningún país la españolidad de Ceuta y Melilla ni la de Valladolid, Barcelona o Santiago de Compostela. Son españolas, punto", zanjó el ministro de Asuntos Exteriores.

La reunión contará con un total de 24 acuerdos en distintas materias.