Janesca Sánchez es una joven que estudió Medicina en Venezuela. Durante los meses de abril y mayo, trabajó en una residencia de ancianos de Madrid. Para ella, "los peores meses del Covid en estas residencias". No tenía su título de médico homologado, requisito imprescindible para trabajar en España.
Sin embargo, pudo ejercer porque, de forma excepcional, a los médicos extracomunitarios sin homologación se les permitió trabajar como refuerzo durante el estado de alarma. "Después de eso, en junio, cuando bajó la oleada y volvimos a la supuesta 'normalidad', me despidieron", ha contado Sánchez a laSexta. Ahora sobrevive repartiendo comida a domicilio.
"Me sentí utilizada porque cuando me necesitaron estuve trabajando con ellos", ha continuado relatando. En las mismas está María José Delgado, médica reconvertida en limpiadora. "He cuidado a abuelos, niños, todo lo que pueda hacer que esté a mi alcance para poder ganar un dinero en este país y mantenerme".
Tampoco Dailyn Franquelo, pediatra cubana, entiende cómo en plena pandemia está en su casa con los brazos cruzados. "Siento frustración, impotencia, al saber que España necesita médicos, que puedo brindar mi ayuda y que, por un trámite burocrático, no lo puedo hacer", ha explicado.
Para reclamar la homologación de los títulos de manera rápida, el médico Cristóbal Franquelo ya ha reunido más de 26.000 firmas en 'change.org': "Muchos de ellos no pueden trabajar, están explotados". Exigen medidas urgentes. Ahora ven una pequeña oportunidad en esos 300 médicos que pide Madrid, una incorporación de facultativos que, por otro lado, el PP no apoyó en su momento en la Asamblea de Madrid.