Para ayudar a las comunidades autónomas en las labores de rastrero, el Ejército ha formado a un total de 2.000 rastreadores que colaborarán con los territorios en algo que es "esencial", en palabras de la ministra de Defensa, Margarita Robles, para luchar contra el coronavirus.

"En el Gobierno hemos entendido que era bueno ponerlos al servicio de toda la ciudadanía", ha explicado la ministra en rueda de prensa. Pero estos militares solo se incorporarán a los trabajos de rastreo cuando las comunidades autónomas así lo requieran: "Siempre ha petición de las comunidades autónomas. Tenemos el máximo respeto a las decisiones que tomen las comunidades", ha recalcado Robles, negando la posibilidad de que el Ejercito actúe en alguna región que no lo haya solicitado.

De esta manera, Robles ha vuelto a incidir en que "hay rastreadores militares para todas las comunidades que consideren que es importante incrementar el servicio de rastreo, sin ninguna valoración sobre si se ha hecho bien o mal".

La encargada de Defensa ha señalado que los militares que participarán en las labores de rastreo llevan tiempo formándose, no sólo para conocer todo sobre el virus o cómo hacer correctamente el rastreo, sino también para realizar su trabajo "generando confianza y empatía" con las personas afectadas por el virus.

Robles ha manifestado en este sentido que "no cualquiera puede ser rastreador". Indica así que la "proximidad y el saber ponerse en el lugar" de los pacientes son dos de las cualidades más destacables de estos rastreadores. "Consiste en hacer ver a los ciudadanos que el hecho de prestar su colaboración informando de con quienes han estado y cumpliendo con las instrucciones es bueno para ellos, sus familias y toda la población".

Un mensaje de unidad

Desde Defensa han querido dejar claro que en la lucha contra la pandemia "no hay colores políticos", y que la intervención del Ejército se hace exclusivamente para prestar un servicio a la ciudadanía. "Aquí no hay colores políticos, tenemos que estar todos luchando contra el coronavirus. Las Fuerzas Armadas se han caracterizado por su neutralidad política".

Aquí no hay colores políticos, tenemos que estar todos luchando contra el coronavirus"

Margarita Robles, ministra de Defensa

"Los rastreadores son personas absolutamente preparadas en la técnica del rastreo, esto no tiene ningún tipo de connotación política, de ninguna manera", ha reiterado Robles, aludiendo a que "todas las administraciones públicas debemos trabajar conjuntamente".

¿Quiénes lo han solicitado?

La ministra de Defensa ha informado de que Castilla y León, la Comunidad Valenciana, Murcia, Cantabria, Melilla y la Comunidad de Madrid ya han solicitado la intervención de los rastreadores de las Fuerzas Armadas en sus territorios.

Algunos incluso han puesto una cifra a esa necesidad, aunque el número de rastreadores que actuarán en cada región será decisión exclusiva de Sanidad, atendiendo a los "criterios de necesidad y urgencia", ha destacado Robles.

Ejemplo de ello es la Comunidad de Madrid. Tal y como ha adelantado en exclusiva laSexta, Isabel Díaz Ayuso pedirá alrededor de 150 rastreadores militares al Ministerio de Defensa, que se sumarán a los alrededor de 560 rastreadores que ya trabajan en la región.

Además, otra comunidad, Galicia, que también han expresado su intención de contar con rastreadores militares, aunque aún no ha hecho una petición oficial.

El perfil de los rastreadores del Ejército

"La inmensa mayoría son personal sanitario con experiencia en pandemias". Así lo hizo saber María Amparo, subsecretaria de Defensa, quien también advirtió que el equipo lleva meses formándose para la tarea en la operación 'Balmis' y que además han tenido que pasar un proceso de selección.

Las habilidades sociales y de comunicación son dos de las más importantes, aunque han recibido clases basadas en cinco módulos. El primero, para conocer el virus; otro centrado en saber por qué se hace el rastreo; un tercero en el que aprenden a investigar, a rastrear un caso y sus contactos; un cuarto modulo, en el que han aprendido los fundamentos legales y éticos del rastreo, con especial importancia a la protección de datos; y ligado a este un quinto módulo para lograr una comunicación eficaz en el rastreo.