Eran parte la élite de la Policía Nacional cuando se puso en marcha 'Kitchen', la operación para robar y ocultar pruebas de la caja B del PP en poder de Luis Bárcenas. El primero, Eugenio Pino, exdirector adjunto operativo, investigado por, supuestamente, autorizar el uso de fondos reservados para pagar a topos.

"La 'operación Kitchen' no existe", ha dicho Pino, que ha asegurado que el plan para robar documentos nunca tuvo lugar. Pero no opina lo mismo el juez García Castellón. De hecho, sospecha que fue él, como máximo responsable no político de la Policía, quien dio la orden de poner en marcha el operativo.

También está investigado Enrique García Castaño, el que era jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo, investigado por conseguir información confidencial para Villarejo a cambio de dinero. Es el mismo al que escuchamos hace dos días en una conversación con Villarejo hablar sobre cómo planeaban robar material de la Policía para sus negocios privados.

Él ha sido el primero en declarar este jueves. Según fuentes jurídicas, ha defendido la legalidad de la 'operación Kitchen'. Después ha sido el turno de Villarejo. El juez ha dejado a Eugenio Pino para otro día, quizá así pueda preguntarle por el material secreto sobre esta operación que el Gobierno va a desclasificar en el Consejo de Ministros del viernes.