A poco más de una semana para que arranque la campaña, el PP insiste en que es el momento de bajar impuestos. "Siempre que se han bajado los impuestos en España se ha aumentado la recaudación", señala Pablo Casado.

Propone reducir el IRPF a todos a pesar del desvío en el déficit, de la obligación de recortar 8.000 millones los dos próximos años o de la amenaza de sanción desde Bruselas por incumplidores. "Es perfectamente factible y es compatible, el truco es el crecimiento", apunta De Guindos.

Pero los sindicatos no lo ven tan claro. "Una bajada de los impuestos es temerario y una irresponsabilidad", señala Fernández Toxo. "Las declaraciones del ministro de Economía sólo se pueden interpretar en un contexto electoral", explica Pepe Álvarez.

En este contexto, Unidos Podemos propone que paguen más los que más tienen. Para elevar el gasto público en 32.000 millones, plantean una reforma tributaria en la que destaca la subida del IRPF a las rentas superiores a 60.000 euros. "El PP ha aplicado reformas de impuestos en las que la masa enriquecida paga menos", señala Garzón.

Una medida que no se cree Sánchez, que abre el debate de quién es rico: "Un rico no es quien gana 80.000 sino quién gana mucho más y no tributa IRPF". Su principal novedad fiscal de cara al 26J es el llamado ‘recargo de solidaridad’, un impuesto a las rentas más altas para garantizar el sistema de pensiones.

Mientras, Ciudadanos olvida su propuesta estrella de bajar el IVA y se limitaría a reducir el cultural. Además, piden a Rajoy que aclare a quién engaña con sus promesas: si a los españoles o a Bruselas.