El ex jefe de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero ha afirmado que avisó al ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, de que el 1-O "iba a provocar necesariamente" problemas de orden público y de seguridad ciudadana.

El mayor de los Mossos ha testificado este jueves ante el Tribunal Supremo en el juicio del 'procés', donde ha corroborado que la tarde del 28 de septiembre de 2017 transmitió a Puigdemont y a los ex consellers Oriol Junqueras y Joaquim Forn que si el 1-O seguía adelante se generarían problemas de orden público al coincidir dos millones de personas con intención "de hacer algo" y unos 15.000 policías que tenían la orden judicial de impedir el referéndum.

Por este motivo, la cúpula de los Mossos advirtió a Puigdemont, Junqueras y Forn de que la coincidencia de votantes y de fuerzas de seguridad para impedir el referéndum "iba a provocar necesariamente problemas de orden público y de seguridad ciudadana", según Trapero.

Pese a que el tribunal ha impedido al Ministerio Fiscal preguntar por la reunión que Trapero convocó junto a la cúpula de los Mossos con Puigdemont, Junqueras y Forn el 28 de septiembre, porque Vox -que es la única acusación que le había solicitado como testigo-, no le ha inquirido por ella, el fiscal Javier Zaragoza ha logrado que el ex jefe de los Mossos finalmente se refiriera al encuentro, aunque brevemente.

En línea con lo que testificaron los comisarios Emili Quevedo y Manel Castellví, Trapero ha detallado que hubo una primera reunión, el 26 de septiembre, en la que participó junto a los comisarios Joan Carles Molinero y Ferran López, con la asistencia de Puigdemont y el ex conseller Forn. Posteriormente, Trapero volvió a convocar una segunda reunión, el 28 de septiembre, a la que también pidió que asistiera el ex vicepresidente Oriol Junqueras, que acudió, y la entonces presidenta del Parlament Carme Forcadell, que no se presentó, y por parte de los Mossos también invitó a Quevedo y Castellví.

Trapero, que está pendiente de ser juzgado por rebelión en la Audiencia Nacional (motivo por el que podía haberse acogido al derecho a no declarar), ha recordado que había un informe del área de Información de los Mossos, comandada por Castellví, que preveía que "en algunos colegios, pero no con carácter generalizado", podría haber incidentes entre votantes y policías en los colegios del 1-O. Según Trapero, ese informe establecía que, con carácter general, habría "algún tipo de resistencia pasiva" a las actuaciones policiales para impedir el referéndum y que, en algunas zonas o barrios donde están implantados grupos más radicales, era posible que hubiese "resistencia activa".

Sin embargo, en su reunión con Puigdemont, Junqueras y Forn del día 28, los mandos de los Mossos no expusieron "exactamente" el contenido de este informe, según Trapero, sino que con carácter "más general" advirtieron de que si el referéndum seguía adelante "había posibilidades de encontrar alrededor de dos millones de personas con intención de hacer algo y unos 15.000 policías en cumplimiento de una orden judicial que iba en sentido contrario".

Cuando el fiscal Zaragoza ha logrado que Trapero dijera que transmitieron en aquella reunión a Puigdemont que el 1-O causaría problemas de orden público y de seguridad ciudadana, el presidente del Tribunal, Manuel Marchena, le ha interrumpido de nuevo y ha ordenado al representante del ministerio público que dejara de preguntar sobre esta reunión. Pese a la advertencia del tribunal, el fiscal ha seguido intentando que Trapero hablase de las reuniones mantenidas con Puigdemont, incluso con una pregunta que el juez Manuel Marchena ha tildado de "manifiestamente impertinente". "Estamos en lo mismo. No intentemos eludir lo que ha dicho el tribunal con toda claridad", ha zanjado el magistrado.