El líder parlamentario del PSC, Salvador Illa, espera que se aproveche este momento, con un gobierno de España "con un talante muy favorable, con una actitud abierta", para reiniciar el diálogo con un "espíritu constructivo, y no sin ganas de que las salgan las cosas bien". Sin embargo, Jordi Sánchez, el secretario General de Junts, ha afirmado en una entrevista en el diario 'Ara' que la mesa de diálogo no dará resultados, y apuesta por "forzar una negociación con el Estado mediante la confrontación".

En una entrevista que publica este domingo El Punt Avui, Illa, que considera que un primer ejercicio de diálogo sería "levantar el veto a un partido socialdemócrata, un hecho inédito en Europa", mantiene que si se ha celebrado una única sesión de la mesa de diálogo es porque "el gobierno de Cataluña no estaba en condiciones por divisiones y planteamientos internos contradictorios".

Tras recordar que ahora el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, es el ministro de Política Territorial y Función Pública, el dirigente socialista precisa que no le gusta "hablar nunca de últimas oportunidades" y agrega que "el diálogo es necesario, el PSC siempre lo ha defendido".

"Ahora -prosigue- tenemos un gobierno de España con un talante muy favorable, con una actitud abierta. Haríamos muy bien de aprovechar este momento. No digo que sea la última oportunidad. No me gusta hablar en términos de ahora o nunca pero sí que es el momento propicio para hacerlo. Espero que todo el mundo vaya con un espíritu constructivo, y no sin ganas de que salgan las cosas bien".

Sobre los indultos a los políticos presos, ha insistido en que en esta materia "no debe haber ningún prejuicio ni ningún privilegio para nadie" y ha se ha comprometido a que, cuando acaben los informes preceptivos que se están preparando, dará su opinión sobre cómo debe resolverse esta petición.

A su juicio, "lo que facilita siempre las cosas en una democracia es respetar el estado de derecho. Si se hubiera respetado no hubiéramos llegado donde estamos".

Por otra parte, desea "mucha suerte y aciertos" a Pere Aragonès, pero cree que "no empieza con buen pie a tenor del proceso de negociación" y piensa que su ejecutivo no durará cuatro años aunque, "ojalá sea así porque querría decir que la política en Cataluña entra en un escenario de más normalidad".