Acusado de cobrar 580.000 euros, básicamente, por no hacer nada, el expresidente de la Generalitat Valenciana y de Bancaja, José Luis Olivas, se sentará en el banquillo por fraude fiscal.
Tres años de cárcel pide la Fiscalía que investiga un supuesto asesoramiento que Olivas habría cobrado a una empresa de Vicente Cotino. La oposición pide que se investigue si en realidad es una comisión encubierta.
Olivas, que como tantos otros paso de la política a las finanzas, era entonces presidente de Bancaja. Se ha defendido asegurando que no tenía exclusividad con la entidad y que podía asesorar porque es abogado.
La estrecha relación entre Olivas y la familia Cotino viene de lejos. El FROB investiga ahora varios créditos irregulares concedidos por Bancaja. Entre ellos uno de 35 millones al entonces presidente de las Cortes Valencianas, Juan Cotino, y otro de 180 millones a su sobrino, Vicente Cotino, para la construcción de un circuito en Hungría. Ninguno de ellos fue devuelto.