En una entrevista en Antena 3, Fernández Díaz ha dicho entender que la gente tenga "cierto temor", tras los atentados de París y la suspensión de dos partidos internacionales esta semana (el Bélgica-España en Bruselas y el Alemania-Holanda en Hannover), pero ha insistido en que se están adoptando todas las medidas necesarias para que el evento se desarrolle con tranquilidad.
El partido fue declarado de alto riesgo este miércoles por la Comisión Antiviolencia --lo habría sido en cualquier caso-- y el ministro ha recalcado que habrá un dispositivo de seguridad "sin precedentes", con 1.000 policías, 1.400 guardias de seguridad y un triple anillo de seguridad. Este jueves habrá una nueva reunión de preparación en la Delegación del Gobierno. "Objetivamente, desde el punto de vista de la seguridad no me preocupa", ha aseverado.
Para Fernández Díaz, la suspensión de dos partidos internacionales en los últimos días ha generado en la gente una preocupación que es "razonable" pero que, a su juicio, "no se corresponde con el nivel de alerta" que tiene España, que es el mismo desde el pasado 26 de junio.
El ministro ha explicado que en la reunión de evaluación del nivel de alerta participa el CNI, la Policía, la Guardia Civil, el Centro de Coordinación Antiterorrista (CITCO) y también los Mossos d'Esquadra y la Ertzaintza, teniendo en cuenta además que País Vasco y Cataluña son territorios fronterizos con Francia y es conveniente que estén informados y que informen de la situación.
Por otro lado, ha insistido en que a Interior no le consta que el terrorista buscado por los ataques de París Salah Abdeslam "haya intentado huir hacia España y mucho menos que haya entrado en España".
Preguntado por la petición del Gobierno francés de que se controle a todos los pasajeros europeos a su llegada a las fronteras exteriores de la zona Schengen, ha explicado que eso, que está previsto como medida excepcional, puede convertirse en medida "temporal" si las circunstancias lo aconsejan.
También ha reiterado que espera que la UE apruebe el llamado PNR, el registro de pasajeros para comprobar los perfiles sospechosos que, tras cinco años de negociaciones, recibió un nuevo impulso el pasado febrero tras los atentados de 'Charlie Hebdo'.