En Podemos intentan averiguar qué ha sido del millón de votos que se quedaron por el camino. Pero en ese proceso de reflexión se cuelan ya voces críticas que dejan entrever las discrepancias sobre el diagnóstico. Monedero, por ejemplo, señala el tipo de campaña.

Otras voces ponen la mirada en la coalición con Izquierda Unida. Sergio Pascual, exsecretario de Organización de Podemos, asegura que "a lo mejor hemos ido demasiado deprisa y hemos puesto palos en las ruedas".

Mónica Oltra, vicepresidenta de la Comunidad valenciana, señala que "habrá gente que está en la centralidad que no lo habrá visto con bueno ojos".

E Iglesias responde a las críticas en ARV y dice que "si alguien piensa que la coalición era mala idea, que lo hubiera dicho antes" y tiene claro que volvería a repetir la fórmula.

Con los resultados en la mano, se observa que en algunos casos esa fórmula ha supuesto una fuga de votos. Por ejemplo, en aquellos territorios en los que mejor le fue a IU el 20D.

El número de votos que consiguió Garzón en solitario en Asturias, Andalucía o la Comunidad de Madrid, es ahora muy similar a lo que pierde la coalición Unidos Podemos.

Pero los resultados muestran más, por ejemplo, que la caída en votos es más pronunciada en aquellas capitales gobernadas por los llamados ayuntamientos del cambio. Excepto en Barcelona, caen en torno al cinco por ciento en Zaragoza, Cádiz, Madrid, A Coruña y Valencia.

Carlos Sánchez Mato, concejal de Hacienda en el Ayuntamiento de Madrid, no cree que "la razón de la bajada sea por la gestión de los ayuntamientos". Mientras dure la reflexión, Iglesias pide templanza a los suyos para no regalar argumentos a los adversarios.