La alegría de la fiesta en Junts Pel Sí era Artur Mas, el hombre que, quizás, tenga el futuro político más oscuro de todos.

El hasta ahora president llegó a estas elecciones difuminado en el número 4 de la lista. Ahora, los resultados ponen el futuro político de Artur Mas en manos de otros.

Pero si algo ha demostrado el president en su carrera es saber sortear los problemas. Desde su padrinazgo y la corrupción, hasta dos legislaturas en la oposición. Adaptando si hacía falta su discurso a las circunstancias.

En una intervención televisiva del año 2007, Mas no daba legitimidad ni siquiera a la mitad más uno de los votos.

Por entonces al menos ya simpatizaba con la idea del soberanismo. No como cuando le preguntaron en un libro en 2002 qué pensaba sobre la independencia. "El concepto de independencia lo veo anticuado y un poco oxidado. Yo apuesto por la España plurinacional".

Ahora, su bandera política es bien diferente. Aunque pocos confían en que esta vez pueda salvarse.