Dice que no supone un peligro en VOX, ni con entrevista en Interviú, ni sin ella. El riesgo, asegura, está en un presidente que “está dilapidando el partido”. Cristina Seguí se defiende atacando. "Pido explicaciones porque pienso que la cifra que ingresa no está en relación al esfuerzo que hace otra gente que trabaja esto y que hace la gente normal, que no gana lo que ha ganado este señor en dos meses", nos relata Cristina.

Todo empezó con una entrevista que sacaba Interviú. En un momento, Seguí recuerda el sitio más raro donde ha practicado sexo: un avión, decía entre risas. Pero en su partido, en VOX, no ha hecho ni pizca de gracia. "Recibo ataques brutales, me llaman prostituta y tengo derecho a defenderme", afirma Seguí.

Desde ahí le han llegado las peores críticas, las que cuestionan incluso su moralidad. La musa de la derecha radical, como la califica la revista, personaliza su malestar en José Luis González Quirós. Es presidente en funciones de VOX y, según Cristina Seguí, se está llevando casi 12.000 euros al mes a través de una consultoría suya y de su hijo.