Ada Colau camina por un terreno en el que todos los ojos esperan, cómo actuará el Ayuntamiento de Barcelona con el referéndum. "Protegeremos la institución porque es nuestra, no es suya. Es de la gente. Desde luego, haremos lo posible para que quien quiera se pueda movilizar el 1 de octubre", ha dicho en los actos de la Diada.

Es su postura: facilitar la participación pero sin poner en peligro a los trabajadores públicos, pero para los independentistas no es suficiente. Lo ha expresado la CUP con pancartas instando a la votación con o sin la alcaldesa.

El portavoz del Govern ha sido más claro. "Esto de ni sí, ni no, sino todo lo contario no ayuda; espero que al final tengamos la colaboración del Ayuntamiento, si no, sería ponerse al lado de quienes mandan guardias civiles", ha afirmado Jordi Turull.

Aviso que no ha gustado nada a Colau y no es la única alcaldesa que intenta calmar al Govern, la de Hospitalet le decía esto a Puigdemont: "A ver si dejáis tranquilos a los alcaldes".

El President sonreía, piden tranquilidad después de declaraciones como esta: "Escucha regidor, alcalde, alcaldesa, soy ciudadano y quiero votar". Los alcaldes que no abrirán los colegios piden que les dejen al margen. Otros ofrecen soluciones como las de Miquel Buch, alcalde de Premià de Mar, ha afirmado que Colau puede ceder la Alcaldía. Aseguran que les ampara la ley del Parlament de Catalunya.