"Creemos que la Comisión Europea, como guardiana de los tratados, debería investigar esta cuestión", ha declarado un portavoz de la oficina del primer ministro británico, quien ha calificado los controles adicionales del Gobierno español de "desproporcionados" y de estar amparados en "motivos políticos".

El presidente Mariano Rajoy se pondrá en contacto con Barroso para tratar la situación. Por su parte el Ministro del Interior ha defendido la legitimidad de los controles porque dice que tiene como perseguir eliminar el contrabando de tabaco.

Reino Unido, que amenazó a España con adoptar acciones legales "sin precedentes" si no ponía fin a los controles, mantiene que éstos son "contrarios a la libertad de movimiento" e incluso ha reconocido que reúne pruebas para demostrar que son "ilegítimos".

En la conversación mantenida entre ambos, Barroso ha garantizado a Cameron que no dudará en imponer las leyes vigentes de la Unión Europea a la hora de resolver la disputa sobre los controles en Gibraltar.

Un portavoz de Barroso ha confirmado la petición del envío urgente de observadores y ha añadido que el presidente de la Comisión.

Europea le ha trasladado a Cameron que el Ejecutivo comunitario supervisa de forma "continua" la situación. En este sentido, ha prometido que hará, de cara al futuro, todo lo que esté "dentro de su competencia" para "asegurar el respeto de las leyes de la UE".

Barroso confía en que esta polémica sea resuelta "por los dos países aludidos" de una forma acorde a su "común integración en la Unión Europea", ha apuntado el portavoz.