Tres días después de declinar la propuesta del rey para someterse a una sesión de investidura, Rajoy ha movido, al menos una ficha y ha descolgado el teléfono. Soraya Sáenz de Santamaría explica que "la llamada forma parte del trabajo para reunir apoyos para un pacto de la moderación".

La ausencia de contactos hasta ahora y el inmovilismo de Rajoy habían sido criticados por el líder de Ciudadanos. Aunque para Rivera, más vale tarde que nunca porque defiende que "hay que empezar a hablar cuanto antes y concretar las reformas y las propuestas".

En ese próximo diálogo entre PP y Ciudadanos, según Rivera, no debe haber ninguna línea roja porque le parece "un error hablar de personas y líneas rojas personales, aquí nadie es más importante que su país".

Gobierno y PP han venido justificando  la falta de iniciativa de Rajoy en la actitud de bloqueo absoluto al diálogo mostrado por Pedro Sánchez. Sin el PSOE, argumentaban nada se podía hacer.

Pero la dirección socialista sigue viendo el foco encima de Rajoy, al que ahora le reprochan su deslealtad con el rey y señala que "pasará a la historia como el primer presidente que desairó a la jefatura del Estado". Los socialistas, de momento, prefieren no adelantar lo que le dirá Sánchez al rey  si finalmente le propone a él para el primer debate de  investidura.