El movimiento 15M comenzó hace dos años. De su primera gran protesta, surgió una ola de indignación imparable. Liliana, una de sus miembros, exlplica que "es un movimiento que se mueve".

"Hay muchísimo trabajo detrás, que no se ve, pero que hay que hacerlo"

Además, aseguran que no han dejado de moverse desde su nacimiento porque son mucho más que las manifestaciones. Jose, otro de los miembros del movimiento asegura que "hay muchísimo trabajo detrás, que no se ve, pero que hay que hacerlo". Añaden que parte de ese trabajo son "las asambleas, la recogida de firmas a nivel eropeo, nacional, asamableas con la vivienda"

Siguen manteniendo sus reivindicaciones tradicionales, pero la lista ha tenido que hacerse más larga. Ramón, del Movimiento Confluencia, 15M argumenta que esa extensión en la lista de quejas radica en "la reivindicación de los derechos no solo sociales, y políticos, sino también económicos, que son derechos absolutamente olvidados". Jose, añade que "hemos tenido que movilizarnos para criticar y protestar para que no nos tomen el pelo".

Denuncian que el gobierno ha desoído la protestas y las necesidades de la calle, pero para Ramón han conseguido algo fundamental, "dar un mensaje a la ciudadanía de que existe una alternativa" porque esas alternativas han calado en la ciudadanía que ahora sabe defenderse de una manera mucho más autónoma.

Este fin de semana vuelven a la Puerta del Sol de Madrid, cuna del movimiento. Porque, según añade Jose, "es el símbolo de todo, es donde empezó la revolución, donde nació la conciencia". En su segundo aniversario, vuelven para gritarlo y recordar que su trabajo y su lucha sigue.