Michel y Lassana son la otra cara de la pesadilla francesa. Estuvieron cara a cara con los terroristas. El primero, dueño de la imprenta en la que se atrincheraron los hermanos Kouachi, consiguió salvar a su empleado. Lassana, empleado del supermercado asaltado por Culibaly, escondió a 15 personas en una cámara frigorífica del sótano. Ambos se han convertido en héroes de las peores 54 horas vividas en París.