Momentos después de descarrilar e impactar contra la estación, la parte frontal del tren se veía desecha, convertida en un amasijo. En las grabaciones se pueden escuchar lo que parecen gritos de auxilio.
Las primeras personas se asoman a las ventanas de los vagones para prestar ayuda, y cuando comienzan a salir, la calle se convierte en una marea de ambulancias. Las primeras atenciones médicas se producen ahí mismo, sobre el asfalto, momento en el que nadie entendía qué acababa de ocurrir.
William Blaine, maquinista de trenes, declaraba que "se escuchó como una bomba", momentos después de un impacto que ha sido tan fuerte que parte del techo de la estación se ha venido abajo.
Hay un muerto y alrededor de 108 heridos, de los que al menos dos están críticos. Una testigo que viajaba en su interior todavía con la voz temblorosa narra lo que vió: "La gente enfrente de mí estaba gravemente herida y escuchábamos gritar a la gente del primer vagón que estaban atrapados".
El accidente ha ocurrido en plena hora punta y en una de las estaciones más transitadas. Ali Hashmi, testigo, explica que "la gente llamaba a sus seres queridos y les decía no sé cómo he sobrevivido" .
Se investigan ahora los motivos que llevaron al tren a chocar contra la estación, aunque los primeros indicios indican que no ha sido un acto deliberado.