Con casi un siglo a sus espaldas, fue desde su juventud todo un referente para la sociedad británica y no solo en el ámbito de la realeza o la política. La reina Isabel II se ha convertido en estos 96 años en todo un icono pop haciendo mella en la cultura popular, pasando por el arte de la mano de Andy Warhol a principios de los años sesenta, la televisión, el cine o la música, que le ha dedicado algún que otro himno.

Pero 'God save the queen' no es solo el título de la canción que los Sex Pistols compusieron allá por 1977 a la reina Isabel II de manera irónica. Es una expresión que ha calado a nivel mundial en la sociedad y que la ha llevado a perpetuarse como la reina eterna que ha escrito las líneas de su historia no gracias a Dios, sino a su empeño por abrazar la modernidad. Una tendencia que ha dejado patente gracias, en gran parte, a sus icónicos y llamativos 'outfits'.

Carlos de Inglaterra con Isabel II

Isabel II era una mujer de férreas costumbres que la llevaron a mantener su particular forma de vestir a lo largo de las décadas, combinando de manera monocromática sus atuendos con sus complementos; desde la chaqueta hasta la falda, pasando por el sombrero o incluso el paraguas. Esta mágica sintonía se apoyaba en estilistas de la talla de Angela Kelly, que trabajó codo a codo con ella durante 25 años y en ocasiones diseñó complementos exclusivos para la monarca. Pero su inconfundible imagen era fruto del propio gusto personal de la reina que vestía con todas sus prendas del mismo color.

Todo un icono que en su armario guardaba los trajes de chaqueta más famosos, quizá, de la historia, y colgado de su brazo atesoraba su eterno bolso negro de asa corta de Launer, que llevaba prácticamente en todas sus apariciones, fueran públicas o privadas.

La reina Isabel II saca un sándwich de su bolso

El sándwich que Isabel II comió durante toda su vida

Pero su inamovible empeño por mantenerse constante a lo largo del tiempo no se limitaba a su bolso de Launer. También en la gastronomía se notaba su obstinación por mantener las tradiciones. Desde que tenía 5 años, su sándwich de mermelada con un poco de mantequilla le acompañó durante la hora del té e incluso llegó a aparecer en el famoso vídeo que hizo junto al oso Paddington. Una muestra más de su sencillez, la máxima que le ha acompañado durante sus 96 años de vida.