En España se apuesta cada vez más por las energías renovables, y en concreto por la fotovoltaica. El confinamiento derivado de la pandemia y las subidas de la factura eléctrica son algunos de los factores que han provocado un aumento del interés por poner placas solares en viviendas particulares en nuestro país. Un mecanismo que puede suponer un ahorro de entre el 30% y el 50% en el recibo de la luz. Prueba de ello es que en 2020 el número de instalaciones se disparó más de un 30%.

Los expertos no creen que ese incremento en el uso de paneles sea fruto de una excepcionalidad, pues auguran un 'boom' en la demanda ante los buenos resultados que está dando en lo relativo al gasto; unos buenos resultados que destacan ciudadanos de a pie como Belén Pinilla. Según ha contado a laSexta, ella y su familia optaron por instalar placas solares en su vivienda a raíz del confinamiento: "Pasamos más tiempo en casa, y se ponen más lavadoras, lavaplatos...".

Poco después, ya notan en su factura el cambio en el sistema de consumo, con "un ahorro importante de casi el 50%". Como Belén, miles de personas se han lanzado al modelo fotovoltaico desde el inicio de la crisis sanitaria. Pero no es la pandemia la única razón de que para muchos se haya vuelto tan atractiva esta apuesta energética. "Consideran que sus ahorros estaban mejor en el tejado que en el banco", ha apuntado José Donoso, director de Unión Española Fotovoltaica (UNEF).

Pero ¿es siempre rentable colocar estos paneles en un domicilio particular? A esta pregunta ha respondido Javier Bernat, técnico de Solaro, una empresa dedicada a su instalación. "A partir de facturas de 100 euros ya empieza a ser rentable", apunta Bernat, que no obstante ha recordado la necesidad de tener en cuenta otros aspectos técnicos a la hora de lanzarse al consumo de este mercado, como la orientación de la vivienda: "Si está orientada al norte no es posible poner placas solares".

El precio de las placas ronda los 5.000-7.000 euros, y la instalación puede llevar de dos a cuatro días

En caso de que una vivienda determinada 'cumpla' con los requisitos mínimos para el uso de los paneles, hay que tener en cuenta otros elementos a la hora de decidirse por este método de autoconsumo: la instalación de las placas en una vivienda puede durar entre dos y cuatro días, y su precio oscila entre los 5.000 y los 7.000 euros. Esto es importante, pues hay que ser consciente de que, para una vivienda de unos 150 metros cuadrados, son necesarias entre 7 y 12 placas. Una inversión que, según algunos expertos, acaba saliendo rentable.

Para empezar, porque para su instalación existen desgravaciones fiscales, como la bonificación en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). Además, parte de los fondos europeos que ha recibido el Gobierno de España se destinarán a promover su uso con hasta 900 millones en dos años, y 400 en el sector doméstico. Así, entre el 25% y el 30% de la inversión será 'sufragada' por el Estado. Sin embargo, estos incentivos no impiden que sigan existiendo muchas trabas burocráticas.

Trabas en la instalación

Hasta seis comunidades exigen licencia de obra para su colocación, lo que hace que el proceso se demore notablemente. Según Javier Bernat, a "la gente le echa para atrás" el hecho de solicitar proyectos técnicos, así como realizar "un montón de trámites administrativos para una instalación pequeña". Sobre esta cuestión, ha advertido: "Las instalaciones pueden retrasarse hasta un año".

¿La clave? Consumir todo lo posible durante las horas de luz. Así lo ha apuntado Francisco Valverde, responsable del departamento de renovables en la empresa 'Menta Energía': "Todo lo que seamos capaces de autoconsumir en las horas solares es lo que nos vamos a ahorrar en comprar a la compañía". No solo eso: en el caso de que se produzca un excedente de energía existe la posibilidad de inyectarla a la red eléctrica a cambio de dinero. Un incentivo que, no obstante, las asociaciones de consumidores cree que no se está compensando correctamente.