Cuando en España todavía nos estamos reponiendo de lo acontecido en Madrid Arena la noche de Halloween, en Brasil llega la información de la tragedia que se ha llevado la vida de más de 200 personas.
Los bomberos han confirmado que se produjeron muchos errores. La salida estaba taponada para evitar que se fueran sin pagar y encima pocos medios para extinguir un fuego que se extendió en tres minutos.
Al parecer el local no tenía licencia de actividad, ya que había quedado caducada el pasado mes de agosto, y el incendio se originó cuando el cantante del grupo encendió un artefacto pirotécnico que prendió la espuma de aislamiento acústico de la discoteca.
En la discoteca, Kiss, se celebraba una fiesta universitaria.
Por su parte, los dueños argumentan que se les concedió una prorróga en la licencia.
Pero lo más peligroso fue que el tipo de material usado para el aislamiento acústico era una espuma tan tóxica que se convirtió en una asesino mucho más efectivo y rápido que el propio fuego.
El juez ha decretado prisión provisional para dos de los componentes del grupo.