En un jardín del condado irlandés de Galway se ha descubierto un fosa común con los cuerpos de 800 bebés. Habrían sido enterrados entre 1925 y 1961 junto a un hogar para madres solteras perteneciente a la Iglesia. Se cree que las muertes se debieron a la desnutrición, el sarampión o la tuberculosis, pero nada se sabía de su macabra sepultura.