El dentista italiano que intentó eludir la vacunación recibiendo el pinchazo en un brazo de silicona para hacerse con el pasaporte COVID finalmente se ha vacunado.

Ello, tras haber intentado que le pusieran la inyección en un brazo falso: su objetivo era salir del centro de vacunación con el certificado pero sin la vacuna, pero no contaba con que una enfermera descubriese su prótesis falsa.

"Me miró de forma extraña y se dio cuenta de que algo no iba bien", ha relatado el propio implicado en la televisión italiana, donde ha relatado cómo fue descubierto: "La toca y me dice: 'Pero usted lleva una prótesis'", ha contado. "Me di cuenta de que tenía un color que no me convencía mucho", ha indicado por su parte la sanitaria que le pilló.

El hombre llevaba un traje de silicona que se vende a casi 400 euros y con el que algunos negacionistas de todo el mundo han tratado de librarse de la vacunación. En su caso, el dentista no pudo conseguirlo, aunque ahora defiende que no pretendía engañar a nadie: "Lo mío era una provocación para lanzar una protesta personal", ha sostenido.

El sanitario, que podría ser denunciado por fraude, finalmente se ha vacunado: "Me he plegado al sistema que obliga al sanitario a vacunarse", ha afirmado el hombre, que ahora matiza sus discurso y, pese a estar en contra de la vacunación obligatoria, afirma que es la mejor arma para vencer al coronavirus.