"Mucha gente debe pagar sobornos en los puestos de control que proliferan en las fronteras. Los refugiados que cruzan el desierto hasta el este de Jordania están forzados a pagar a los traficantes importantes sumas, que pueden ser de 100 dólares o más por persona", señaló el organismo.
Tras anunciar que se ha llegado al récord de los tres millones de refugiados sirios, el ACNUR dijo que esto indica que casi la mitad de toda la población de Siria ha abandonado su hogar para salvar la vida. Esto si se considera que 6,5 millones de personas adicionales se han convertido en desplazados dentro del mismo país.
La presión del éxodo ha aumentado debido a que hay nuevos combates, a que éstos también se mueven y cambian constantemente el frente de batalla, dejando nuevas áreas vacías de sus habitantes. Refugiados llegados últimamente a Jordania han relatado, por ejemplo, que huyeron de recientes ataques en zonas de Al Raqa y Alepo, la primera dominada por los extremistas del grupo Estado Islámico (EI), mientras que éstos y las fuerzas del régimen sirio se disputan el control de la segunda.
En relación con el terreno ganado por ese grupo radical suní, el ACNUR sostuvo que le preocupa la suerte de cientos de sirios que quedaron atrapados en el campamento de Obaidi, en la localidad iraquí de Al Qaim, fronteriza con Siria y que se encuentra desde julio en manos de EI. El personal internacional del ACNUR y de otras entidades extranjeras tuvo que abandonar antes el lugar -tanto oficinas como almacenes- y nadie ha podido regresar desde entonces.
Aunque entidades nacionales siguen aportando cierta ayuda, ésta no es constante. La gran mayoría de refugiados sirios están en los países vecinos, con Líbano que acoge a 1,14 millones, Jordania a 608.000 y Turquía a 815.000, según el organismo humanitario.
La crisis en Siria se ha convertido así en la más grande para ACNUR en sus 64 años de historia y sus refugiados son los más numerosos del mundo, sólo por detrás de los palestinos, cuyos precedentes se remontan a más de sesenta años atrás. "La crisis siria se ha convertido en la mayor emergencia humanitaria de nuestra era y el mundo no consigue cubrir las necesidades de los refugiados y de los países que los alojan", señaló a este respecto el responsable del ACNUR, Antonio Guterres.
El organismo ha reconocido que desde el estallido de la crisis, en 2011, los donantes -estatales y privados- han sido generosos en financiar la ayuda a los refugiados sirios, pero las necesidades aumentan mucho más rápido que las contribuciones. En total, los donantes han dado 4.100 millones de dólares para sucesivos planes de ayuda de la ONU, pero el ACNUR estima que se requieren 2.000 millones adicionales para cubrir las necesidades hasta fin de año.
De forma más específica, se avizora que 2,4 millones personas necesitarán ayuda en la próximas semanas con el fin de prepararse para el invierno. En 2013, el ACNUR dio alimentos a 1,7 millones de refugiados sirios, ofreció cobijo a 400.000 y garantizó la educación para 350.000 niños.