Valderas se rinde. La situación es tan límite que nadie quiere gestionar un municipio insostenible. La deuda municipal alcanza los 4 millones de euros en un pueblo de apenas 2.000 habitantes. La alcaldesa, del PSOE, dimitió hace 5 meses. No podía hacerse cargo de todo lo que se encontró al llegar.

Impagos, facturas y embargos que el Ayuntamiento no puede asumir. Y más cuando ni siquiera tienen quien les gobierne. La falta de acuerdo político convierte a este municipio en un enorme agujero del que nadie responde.

Su solución: que gobierne otro. Piden al ministerio de Hacienda que disuelva el Consistorio y nombre una gestora. Ahora le toca al Gobierno central decidir si interviene un municipio que no quieren dirigir ni sus propios gobernantes.

Otro municipio con importantes problemas financieros es Burguillos, en Sevilla. Sus 6.000 habitantes deben 70 millones de euros y el Ayuntamiento ha pedido el rescate al Gobierno, a la Junta de Andalucía y a la Diputación. En el municipio empezaron a construirse con subvenciones públicas instalaciones como un polideportivo y un teatro. Obras a medio terminar que ahora están abandonadas.