Son miles y miles los deseos y buenos propósitos que pasan a diario por los almacenes. Porque esta es la época con mayor tráfico postal de todo el año.
Solo en las dos semanas previas a Navidad, los españoles enviamos el 15% del correo de todo un año.
Pero no siempre gana lo clásico. El resto del año los únicos buzones que se llenan son los del correo web. La comodidad y rapidez que proporciona la tecnología ha hecho que desde 2008 el volumen de envíos haya descendido entre un 20% y 30%.
Una tendencia que ha llevado a Países como Canadá a plantearse prescindir de oficios como el de Mari Cruz.
Ella es cartera rural en Galicia, cada día hace decenas de kilómetros para asegurarse en mano de que la carta llega a su destinatario. Aunque con menos volumen de trabajo, insiste en que su labor sigue siendo fundamental.
Pero por si acaso, renovarse o morir. Y el mejor ejemplo, una tarjeta de felicitación cuya vida empieza en una aplicación de móvil.
Para los nostálgicos del puño y letra no se preocupen. Aún quedan cartas que solo llegan de verdad a la manera tradicional.