Segundas calabazas de Sabadell a BBVA, pero en un contexto distinto. Ahora no estamos saliendo de una pandemia, ni hay miedo a una recesión, ni los tipos de interés volverán a cero haciendo que el precio del dinero saliera prácticamente gratis. El escenario podría invitar a BBVA, que tiene la caja llena, a ser perseverante en su objetivo de hacerse con el control de la entidad catalano-alicantina.

Este lunes por la tarde, con la bolsa ya cerrada, Sabadell hizo oficial su rechazo a la oferta de fusión de BBVA, tras varias horas de reunión y tras una asistencia de primer nivel encabezada por Goldman Sachs y Morgan Stanley, entidades financieras de referencia en el sector a nivel internacional. Según Sabadell, BBVA "infravalora significativamente el proyecto" y le cierra la puerta completamente con un rechazo alineado "con el interés de los clientes y empleados".

Con la alfombra quitada y la puerta cerrada con llave, BBVA tendrá que llamar más fuerte e insistentemente si quiere seguir adelante. En ese caso, su primera alternativa es mejorar la oferta inicial, y la segunda es negociar directamente con los accionistas, lanzando una OPA que sería claramente de carácter hostil.

La negociación

Lo cierto es que la primera opción, si es de carácter amistoso, significaría sentarse a negociar las condiciones, en lugar de hacer una oferta cerrada. Juan Antonio Astorga, profesor de Finanzas y Economía de la Universidad Internacional de Barcelona, cree que lo que ha hecho hasta ahora BBVA ha sido "una oferta sin demasiado diálogo" y precisamente cree que esto le ha podido molestar a Sabadell.

Astorga pone en valor la oferta, pero hay que tener en cuenta el contexto. La propuesta ha llegado después de cerrar unos balances trimestrales de récord en las dos entidades, y muy poco después de la celebración de sus juntas de accionistas. Un movimiento que parece muy calculado, y con cifras ya cerradas que Astorga califica como "lentejas, o lo tomas o las dejas".

La OPA

Mejorar la oferta implicaría que la operación le saldría más cara a BBVA, que ya ha valorado las acciones de Sabadell un 30% por encima de su cotización anterior a que saltara la noticia. Pero intentar comprar a los accionistas su posición en Sabadell, a través de una OPA, también le costaría más que su oferta inicial.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que BBVA solo ofreció un canje de acciones, sin dinero, intercambiando 4,83 acciones de Sabadell por una de BBVA, sin tener que rascarse el bolsillo para adquirir nada. Sin embargo, Astorga cree que en una OPA "tendrá que pagar parte de esas acciones" para seducir a los inversores, que verían cómo la rentabilidad de la operación les llega directamente y con un 100% de seguridad.

Si quiere hacerse con el control total de Sabadell, BBVA debería lanzar una OPA por el 100% de su valor, que es lo que le habilita a poder conseguir al menos un tercio de las acciones, según la ley. Una operación de esta magnitud, y de carácter hostil, le saldría más caro, "los especialistas están hablando de un 40% sobre el valor" según Astorga. Es decir, que si BBVA ya revalorizaba las acciones de Sabadell un 30% en su oferta, la OPA implicaría que su esfuerzo debería ser de 10 puntos más de valor.

Los mercados

Cuando la bolsa abrió tras la oferta, BBVA, el oferente, cayó; mientras que Sabadell, la potencial entidad absorbida, subió. La interpretación de los mercados, al menos la primera, era que el movimiento de BBVA no era de su gusto, mientras se vio con buenos ojos que los accionistas de Sabadell pudieran encontrarse con una rentabilidad extra de un 30%, según esa propuesta.

Hoy el mercado ha corregido estas cotizaciones -con Sabadell prácticamente plano y BBVA registrando ganancias-, sin embargo está expectante todavía, a la espera de posibles futuros movimientos. BBVA en privado lamenta el rechazo "de una oferta tan atractiva", pero no se pronuncia en público, ni tampoco desvela qué va a hacer.

Con estos mimbres, que BBVA lance una OPA sobre Sabadell no es garantía de éxito. En primer lugar, su cotización podría resentirse más que cuando lanzó su primera oferta, que retrocedió casi un 4% en solo una jornada.

En segundo lugar, Sabadell podría intentar defenderse, por ejemplo buscando inversores fuertes que aseguren el futuro de la entidad. Algo como la entrada del Estado en Telefónica tras el aterrizaje saudí, pero sin que el actor defensor estuviera relacionado con el sector público. "Nunca es bueno intentar una adquisición contra el rechazo total de dicha empresa" sentencia Astorga.

La concentración bancaria y la celebración de Yolanda Díaz

Si BBVA y Sabadell terminaran siendo una misma entidad, significaría de facto que habría un aumento en la concentración bancaria, que las cinco principales entidades controlaran una mayor parte de activos y depósitos de los residentes españoles.

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del gobierno, ha celebrado el estancamiento de la fusión mientras era entrevistada en Al Rojo Vivo. El sector ha experimentado un gran crecimiento en la concentración, por la absorción de cajas y de bancos como Bankia y el Popular, situándonos por encima de la media de la Eurozona. Díaz ha dicho que la banca "casi funciona, sin el casi, como un auténtico oligopolio".

Precisamente este martes, el Gobernador del Banco de España también se ha pronunciado sobre el incremento de la concentración bancaria. Durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados, Pablo Hernández de Cos ha admitido que "puede ser un buen momento de empezar a prestarle mayor atención a esta cuestión".