El sector de la minería se siente abandonado. Los afectados no conocen otra forma de vida y creen que con apoyo gubernamental podría volver a relanzarse el negocio.
Pero ningún gobierno les ha apoyado, denuncian amargamente. Los planes de reconversión nunca han solucionado su futuro. Salen a la calle para pedir que no cierren la mina de Potasa. De ella dependen 600 trabajadores, y sus familias.
Los mineros ven futuro a su sector y desde hace mucho no se sienten apoyados por la adminstraciónn por eso los mineros están acostumbrados a marchar.
La tercera y última marcha negra en 20 años se produjo por el recorte de un 64% de la partida para la minería de carbón. Este sector está en declive desde hace décadas.
El último plan del carbón, firmado por el gobierno de Zapatero, puso una fecha de caducidad. A partir de 2019, y por disposición europea, sólo sobrevivirán las explotaciones que sean capaces de funcionar sin subvenciones.
Cuando termine la nueva planificación sólo sobrevivirán las explotaciones que sean capaces de funcionar sin subvenciones. La minería es un sector golpeado, lo último fue la muerte de 6 compañeros en León, el accidente más grave de los últimos 18 años.