Mientras su fama como "autor del milagro económico español" no paraba de crecer, las empresas de su emporio familiar iban dejando un reguero de créditos sin pagar.

Según 'Okdiario', una sociedad vinculada al exvicepresidente echó el cierre en 2010 debiendo 14 millones de euros a cuatro entidades.

Una astronómica deuda destinada al enésimo proyecto fallido de los Rato, un lujoso complejo hotelero en la provincia de Toledo, que abrió justo antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, y que sólo duró abierto unos años.

Detrás de la morosa sociedad, Miguel Ángel Montero Quevedo, persona muy cercana al exvicepresidente que pasó unos días en el calabozo la semana pasada.

Y entre los principales acreedores destaca uno: Caja Castilla-La Mancha, la primera entidad rescatada por el Estado. Pero Layosalud tampoco pagó a BBVA, Bankinter y Barclays.

Cuando los números no acompañaban, la marca Rato era garantía para abrirse las puertas del banco y así conseguir, por ejemplo, los 6 millones de euros en préstamos del BBVA avalados sólo por su nombre.

O el crédito de 3 millones de euros que el HSBC, el banco más grande de Europa, dio a una de sus empresas familiares, a pesar de acumular números rojos y de las nulas posibilidades que tenía de saldar la deuda.