José y Mar decidieron comprar una casa bajo el amparo de una cooperativa en el 2001 y trece años después no hay puesto ni un sólo ladrillo. “Han ido dando largas, empezaron con problemas de restos arqueológicos que encontraron en la nivelación de terreno y luego de licencias", cuenta José.

No han dejado de pagar desde entonces hasta hace unos meses que lo dieron por imposible. Mientras, se han adaptado a vivir en la que iba a ser su casa de paso. Mar dice que viven en “cuarenta y cinco metros para cuatro personas, mientras que en el otro cada niño hubiera tenido su habitación”.

En total, las familias han invertido casi 30.000 euros. Sin embargo, en el terreno donde deberían estar sus casas apenas hay cuatro edificios construidos. Manuel vive la misma situación y cansado también ha dado la vivienda por perdida. "Yo entré en aproximadamente junio del 97 hasta hace dos años que fue cuando decidí presentar la solicitud para darme de baja de la cooperativa", cuenta.

Ahora sólo quieren recuperar lo que es suyo. Juan José, otro de los afectados, señala: “Lo que queremos es recuperar nuestras cantidades, hemos denunciado a la aseguradora, no a la cooperativa, pero realmente es eso por lo que estamos luchando mucho de los cooperativistas".

Algunos socios ya han resuelto el problema y están pendientes de pago. Un abogado asegura que un “juzgado de primera instancia de Madrid le ha condenado por exceder el tiempo posible y racional que una persona puede esperar cuando se hace socio de una cooperativa para recibir su vivienda". Casi 20 años de espera para volver a empezar.