Tiger ha recuperado la sonrisa y la euforia por conquistar un grande. Una sonrisa que se apagó durante mucho tiempo debido a una carrera llena de luces y sombras.

De sorprender al mundo con tan solo 21 años -a esa edad ganó su primer major- a protagonizar escándalos como este: en 2009 un accidente de tráfico destapa sus conflictos matrimoniales.

Su cara, en todas las portadas, no por sus victorias, sino por sus encuentros con otras mujeres: "Tiger escondió muchas cosas a mucha gente", dijo entonces Verónica Siwik, examante del golfista.

Apenas se mantenía en pie

En ese momento decidió retirarse por su adicción al sexo y a distintos medicamentos: "Lo lamento por mi comportamiento", dijo el golfista. En 2017 vuelve a tocar fondo al ser detenido: vimos entonces a un Tiger casi irreconocible y sin poder mantenerse en pie tras ingerir varios fármacos.

Sin embargo, ha logrado pasar del puesto 1.199 del mundo a volver a enfundarse la chaqueta verde: "Tuve serias dudas hace dos años, no podía sentarme, tumbarme, prácticamente nada. Me operé para poder tener una vida normal y fue después cuando me di cuenta que podría coger un palo otra vez".

Tras sufrir la pérdida de patrocinadores, cuatro operaciones de espalda... volvió el mejor Tiger: "Significa mucho para mí y mi familia tenerlos a todos aquí". Y es que su hijo pequeño le ha visto ganar un 'major' por primera vez.

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