El británico Andy Murray, cabeza de serie número 1, derrotó al español David Ferrer, quinto favorito, en las semifinales del Abierto de China y jugará en Pekín su novena final de la temporada. Murray, número 2 del ránking de la ATP, venció la resistencia de Ferrer, de 34 años y número 13 de la clasificación mundial, en una hora y media al imponerse por 6-2 y 6-3.

Era la vigésima vez en que Murray y Ferrer se cruzaban en el circuito, con un historial favorable al británico (13-6 y ganador de los seis últimos partidos), pero el español salió a su segunda semifinal consecutiva en Pekín -la tercera en su carrera, puesto que fue finalista en 2010- dispuesto a revertir la estadística. De inicio, se vieron unos peloteos largos e intensos, una circunstancia que favorecía al español, capaz así de tomar la iniciativa del juego.

Ferrer obligó a Murray a ponerse a la defensiva y pudo romperle su segundo saque (2-1), aunque éste le devolvió el golpe en el siguiente juego. Murray, al verse por detrás, trató de acelerar el ritmo del partido, con puntos más cortos y, en el momento en que Ferrer cometió algunas imprecisiones, la táctica del británico funcionó y cogió una ventaja que ya fue definitiva para la primera manga (6-2).

El británico, más seguro a medida que avanzaba el partido, afinó su puntería en el inicio del segundo set. Murray subió el listón para ponerse por delante en el marcador (3-1), aunque Ferrer se recompuso y acortó distancias (3-2). Sin embargo, el guión de la primera manga se repitió y el tenista escocés volvió a darle al partido el ritmo que más le convenía, ante un Ferrer cada vez más frustrado que veía cómo la final se le iba alejando.

El español no se rindió, aunque su esfuerzo fue insuficiente para llegar al tercer set y Murray se adjudicó su victoria número 59 de la temporada, más que ningún otro jugador de la ATP este año, un registro que intentará ampliar este domingo con su primer título del Abierto de China.