La tenista estadounidense Serena Williams se vio obligada a abandonar la final del torneo de la WTA de Toronto, la Copa Rogers, debido a unos fuertes dolores de espalda que tenían su origen desde hacía unos días atrás. Williams cesó de jugar cuando perdía 3-1 en el primer set frente a la canadiense Bianca Andreescu.

Tras su lesión, la tenista de 19 años, lejos de celebrarlo efusivamente, se dirigió hacia Serena para consolarla y tratar de reconfortarla, logrando esbozarle una sonrisa tras conversar con ella. "Me sentí realmente triste pero ella me hizo sonreír, me hizo sentir mucho mejor, así que fue muy agradable", comentó la tenista estadounidense en rueda de prensa tras el partido.

"Solo tiene 19 años pero es mucho más sabia de lo que dice su edad, no habla como una chica de 19 años, tampoco dentro de la cancha", afirmó Serena, que buscaba su título número 73 de la WTA a sus 37 años.