Hace un cuarto de siglo atendimos a uno de los momentos más icónicos que se recuerda en el mundo del ajedrez. La máquina 'Deep Blue', capaz de analizar 100 millones de jugadas por segundo, venció al por entonces campeón del mundo, Garry Kasparov.

En un 'cara a cara' basado en seis partidas, Kasparov resultó vencedor final con tres victorias, dos empates y una derrota, pero esta partida perdida fue el arranque del duelo y el primer ladrillo del 'nuevo' ajedrez.

El 10 de febrero de 1996, las neuronas del campeón mundial sucumbieron ante los algoritmos de la citada máquina en el Centro de Convenciones de Filadelfia.

Con un premio de 400 mil dólares para el ganador, un hombre ejecutaba las órdenes que le mandaban desde Nueva York a través del servidor RS/6000.

La máquina seleccionaba la mejor variante y enviaba la elección a través de internet a la pantalla que veía el brazo ejecutor.

"Pueden estar tranquilos que al menos por los próximos cinco años continuaré enarbolando la bandera de defensor del género humano frente al desafío de las máquinas", decía Kasparov en la previa del duelo.

25 años después, el jugador nacido en Azerbaiyán recuerda así la partida en 'Infobae': "Recuerdo muy bien lo que pasó; aunque lamento que muchos recuerden sólo ese día por que la computadora me derrotó en una partida y se olviden que finalmente yo gané el match. Fui el último que venció a una máquina".

En la entrevista, Kasparov recuerda cómo fue la derrota: "Lo más risueño fue en el momento de mi abandono, cuando saludé al operador y le pregunté: ¿Cuál fue mi error? Se trata de una rutina que tenemos los ajedrecistas al finalizar cada juego. El científico Feng-hsiung Hsu, me miró desorientado y encogiendo sus hombros me susurró, 'no lo sé, yo sólo sé mover las piezas...'".

Ante seis millones de espectadores y en menos de cuatro horas de juego, la 'Deep Blue' derrotó al campeón del mundo en 37 jugadas.