La trama de la mujer que grababa a sus compañeras de un equipo de fútbol desnudas en el vestuario para compartir las fotos con su pareja se
destapó después de que el hombre intentará abusar sexualmente de una menor de
14 años de San Sebastián.
Él contactó con ella a través de redes sociales explicándole
que era productor musical y prometiéndole que la harían famosa. Hasta el punto
de llegar a pedirle que tuviera relaciones sexuales con él, algo que la menor denunció
ante la Policía.
En ese momento fue cuando se inició la investigación que
llevó a encontrar en la casa de los acusados el material que la mujer grababa
en el vestuario del equipo de fútbol femenino Grisú.
En el juicio que se ha iniciado esta semana, la novia del
acusado ha declarado que ella era la encargada de hacer las fotos mientras el
resto se cambiaban en el vestuario porque él se lo pedía.
Las víctimas, que han acudido al juicio, no olvidan lo
sucedido. "Ahora entras a un vestuario y no te fías de nadie", nos
cuenta una de ellas, mientras que otra relata cómo "ahora desconfías de la
gente que no tiene la culpa y ahora cuando alguien saca el móvil ya crees que alguien
te va a hacer una foto".
El Ministerio Fiscal ha reducido la petición de condena de
29 años a 15 de libertad vigilada con tratamiento psiquiátrico. "Creemos
que es una persona que en la cárcel no se va a curar y que necesita que la
traten", opinan desde el Ministerio Fiscal.