El Sevilla volvió a coronarse en su competición favorita, la Europa League, donde mantiene una relación de amor única: 7 finales y 7 títulos. El conjunto de Mendilibar venció en los penaltis a la Roma tras finalizar el encuentro 1-1.
Después del partido, una cámara del 'Chiringuito' captó a José Mourinho en el parking esperando al colegiado Anthony Taylor y a sus ayudantes para increparlos. Algunas de las expresiones que dijo el portugués fueron: "Es una p*** desgracia", "Es una p*** vergüenza. "Por la p*** cara" y "fucking UEFA".
Mourinho dejó claro que no estaba conforme con algunas de las decisiones que los árbitros tomaron durante la final. En rueda de prensa también expresó sus críticas: "Tengo que defender a mis chicos y tengo que decir que estamos habituados a esto, pero en una final europea que te toque un arbitraje así, es muy duro".
"Si hablamos de situaciones arbitrales no es una, dos o tres, son tantas", añadió.
Regaló la medalla de subcampeón
Mourinho no esperó junto a sus jugadores y el cuerpo técnico de la Roma a que se le entregar la Copa al Sevilla. Se marchó nada más coger su medalla y la regaló a un aficionado en la grada. "Me quedo con las medallas de oro y regalo las de plata, no quiero las de plata", explicó en rueda de prensa.
Felicitó al Sevilla y dejó dudas sobre su futuro
Felicitó a Mendilibar antes del penalti decisivo, y después en rueda de prensa fue rotundo: "Felicitaciones al Sevilla, que ha ganado. Felicitaciones a mis jugadores y pienso que los chicos deben volver a casa con la tranquilidad y el orgullo de haber hecho lo que hicieron".
Parecía que su continuidad en el club italiano iba seguir, pero sus palabras sembraron muchas dudas: "Quiero luchar por más, estoy un poco cansado de ser entrenador, hombre de comunicación, de ser la cara que dice que nos han robado". "Estoy cansado de ser tanto", concluyó.
La FIFA lo hace oficial
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