El sentimiento culé quedó gravemente dañado el pasado jueves. Amén de la dura eliminatoria en cuartos de final de la Europa League tras caer derrotados en el Camp Nou después de empatar en la ida, dolió mucho ver el feudo azulgrana pintado del blanco de los 30.000 aficionados alemanes que accedieron al campo.

Cinco días después de lo ocurrido, Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, ha comparecido en rueda de prensa para dar explicaciones sobre lo ocurrido.

El dirigente blaugrana ha destacado el tesón de los teutones a la hora de colapsar la web: "Las entradas tenían un mecanismo de control. Se intentaron comprar entradas desde Alemania diferentes veces. Insisto que se intentaron más de 27.201 peticiones de compra desde Alemania. Los mecanismos de control estaban funcionando".

Seguidamente, Laporta ha apuntado a los socios por vender sus abonos: "Hemos observados que de los 37.746 abonados que pone que asistieron también hubo un grupo que hizo mal uso, el abono fue a parar a alemanes. Es triste, pero sucedió".

De hecho, no ha dudado en culpar a la anterior directiva de Josep María Bartomeu por lo que considera un mecanismo de control fallido.

"Me gustaría referirme a que el sistema usado es un sistema heredado por la Junta anterior. Pensábamos que los mecanismos de control funcionarían, pero en partidos como el del Eintracht los grupos organizados para la reventa de entradas pudieron conseguir su objetivo. La seguridad privada del club habitualmente funciona, pero cuando se desbordó", ha explicado.

De hecho, antes de que empezara a rodar el balón, los peores augurios comenzaron a confirmarse: "El dispositivo de seguridad era el mismo para los partidos de alto riesgo. Nuestra preocupación estaba destinada a los 5.000 aficionados alemanes, pero lo cierto es que teníamos drones controlando el perímetro y vimos que la situación no era lo esperado. Todo eran camisetas blancas. Empezamos a entender que la situación no era la idónea y que tendríamos un alud de aficionados alemanes. Dada esta situación el cambio de cultura respecto al fútbol es distinto. Ellos entran antes al estadio y tienen la costumbre de estar de pie animando, mientras que nosotros estamos sentados".

"Como conclusión diría que el club no ha vendido entradas a los alemanes, más allá de las 5.000 obligas y de 500 VIPS. El club no es culpable, pero sí máximo responsable. Hubo un error informático y 238 entradas fueron a manos alemanas, pero se detectó. Tomaremos las medidas para que no vuelva a pasar nunca más", ha zanjado Laporta, descargando parte de la culpa del club.