No brilló el Atlético en Vallecas. No jugó bien. Y no tuvo más ocasiones ni fueron más claras de las que sí dispuso el Rayo en su feudo. Pero así es este equipo. Así es este grupo que ha formado un Simeone que sabe que, al final, lo que cuenta cuando LaLiga se acaba son los puntos. Tras dos derrotas consecutivas han sumado tres, y lo han hecho gracias a un Antoine Griezmann que como suele ser habitual aparece cuando más se le necesita. Cuando las cosas no van todo lo bien que podrían ir.

Porque el Rayo fue mejor. Simplemente. Pero el fútbol es así, y como es así no siempre gana el mejor o quien más merece hacerlo. Sin carburar, sin fluidez y sin hacer notar la enorme diferencia de ese presupuesto tan usado en algunos partidos contra otros rivales, los rojiblancos apenas trenzaron juego en un primer acto en el que si hubo un jugador que destacó fue Raúl de Tomás.

El delantero, cedido por el Real Madrid, se fajó el solo contra la experimentada defensa rojiblanca. Contra todo el equipo del Cholo realmente. Y eso que Saúl tuvo una ocasión nada más empezar, pero a los puntos, de ser boxeo, el Rayo se los habría llevado antes del paso por vestuarios. Embarba bien pudo batir a Oblak. Jan, de nuevo, demostró por qué es uno de los más importantes, sino el más importante, de todo el Atlético.

Con Raúl de Tomás teniendo otro par de ocasiones, en una llegando a pedir un penalti de Giménez que el árbitro, quizá en un exceso de seguridad en su interpretación, no fue ni a revisar a la pantalla. Con Diego Costa ya en el verde, sin que por ello Morata pusiese rumbo al banquillo, el Atleti empezó una desordenada ofensiva que acabó con el gol de Griezmann.

Y no fue precisamente en una jugada limpia y nítida. Fue en un centro de Filipe, con Morata en fuera de juego posicional, cuando el francés enganchó un balón y realizó un remate que rebotó en Amat. Así anotó el Atlético. Y así comenzaron los 'mejores' minutos de un equipo que aun así no jugó bien en Vallecas.

Alguna contra trataron de enganchar, sobre todo en una galopada de Morata al que buscó Griezmann con un pase de la muerte. El 22 sigue sin marcar, al menos legalmente, con el Atlético. Con un Atlético que necesita más. Que va a necesitar de mucho más si quiere cargarse a la Juventus de la Champions League. Con esto, con lo mostrado en Vallecas ante el Rayo, no es ni mucho menos suficiente.