Ya se olía Valverde que el del Getafe no iba a ser un encuentro sencillo. Se lo olía por el estilo del Getafe, y también por el duelo entre ambos en la primera vuelta. Tenía razón el 'Txingurri', y el equipo azulón fue una roca para un Barça incapaz de ganar e incluso de marcar en el Camp Nou. Cero a cero, empate, y el Atlético que en dos semanas ha recortado cuatro puntos a los azulgranas.
Se venía partido complicado para el Barcelona y así fue. Desde el minuto 1, el Getafe resultó ser ese rival incómodo para los de Valverde. Quizá sea un recién ascendido, quizá no tenga la enjundia de hace unos años, pero Bordalás sabe lo que quiere. Y lo que quiere Bordalás, que borda su equipo, no le va bien al Barça.
Al límite, siempre al límite, juegan los azulones. Sin balón, replegados, ordenados y haciendo falta sin miramientos si hay que hacerla. Parando el juego. No dejando fluir ni correr a un Barcelona que todos saben que es peligroso al contragolpe. Y con la pelota, sin complicaciones. Buscando rápido a alguien arriba, con los mínimos pases posibles.
Así, Ter Stegen tuvo no pocas intervenciones. No en forma de paradas, al menos en la primera parte, pero sí en cuanto a atención y a saber que no era el día para estar bajo el larguero. Muy adelantado, Ángel puso a prueba su posicionamiento con algunas arrancadas. Y es que el Getafe sabía qué hacer, y Busquets evitó en una de esas rápidas ofensivas males mayores tras una pérdida de balón de Yerry Mina.
Poco hubo del Barça en ataque en el primer acto. No encontraban la tecla. Un gol anulado a Luis Suárez, bien anulado, fue lo más peligroso. Messi no estaba cómodo, frenado por un Getafe que encontró en la permisividad del trencilla un aliado. Y tampoco estuvo cómodo en la segunda parte, en la que el muro azulón, hoy de amarillo, se hizo incluso más fuerte.
No se vio mucho a Guaita, salvo por un paradón a Suárez en el minuto 90. Y gracias que Ángel no vio a Portillo en una acción en la que el centrocampista se hubiera plantado solo ante Ter Stegen, porque a pesar del arreón final del Barça estaba claro, desde el minuto 1 e incluso desde antes, que este no iba a ser un partido fácil para los de Valverde.
Y no lo fue, por más que Dembelé, resbaladizo Dembelé, volvió a las canchas. La Liga es larga, y no es fácil, pero el Barça tenía y tiene aún renta suficiente todavía con el segundo clasificado. Eso sí, en siete días se han dejado cuatro puntos. A siete está el Atleti.