Se cumple el primer año de la muerte del mito azulgrana Johan Cruyff. Las muestras de apoyo llegaron a Barcelona y Amsterdan, su ciudad natal, aunque fue el Camp Nou el punto de encuentro más multitudinario. Su legado todavía sigue presente en un estilo de fútbol que hizo de Holanda y del Ajax la máxima representación de un 'fútbol total' que maravilló Europa en la década de los sesenta y setenta.

Con Cruyff en el banquillo, el Barcelona consiguió su primera Champions League y plantó la semilla para crear 'el mejor Barça de la historia' comandado por Pep Guardiola durante sus tres años en el banquillo. Ahora tras la marcha de Luis Enrique, las quinielas apuestan por técnicos que sigan el modelo de juego del 'cruyffismo', dando prioridad a los entrenadores que hayan tenido contacto con la filosofía del holandés.

Pese a ser un mito para la institución azulgrana, la relación entre el club y el jugador no atravesó sus mejores momentos en los últimos años. La directiva de Sandro Rossel se planteó retirarle la insignia de socio de honor al ser un cargo que no se reconocían en los estatutos del club.

Este hecho hizo que el propio Cruyff devolviera la insignia tras el desplante de la directiva y rompió relaciones con el Barcelona. Con la nueva directiva, hubo un acercamiento, y el propio Bartomeu consiguió calmar las aguas. Esto ha hecho que el club apoye iniciativas de la fundación del holandés.

El ex presidente del Barcelona, Joan Laporta, ha criticado duramente el trato que recibió el jugador y, recientemente, ha propuesto levantar un monolito frente a la puerta 14 del Camp Nou. Josep Vives, portavoz azulgrana, señaló que "se aceptaban todas las propuestas".