Ricky Rubio no quiso perderse el final de año de los Cavaliers. El base del Masnou, lesionado gravemente de su rodilla izquierda, estuvo en el banquillo de la franquicia de Cleveland en el último partido de 2021 de los suyos tan solo 72 horas después de haberse roto el ligamento cruzado.

Y eso no paso desapercibido para la afición de los Cavs. Los casi 18.000 espectadores en el RocketMortgage FieldHouse le dedicaron una sonora ovación, y sus compañeros agradecieron su presencia y apoyo en el partido contra los Atlanta Hawks.

No pudieron lograr la victoria, sumando la tercera derrota consecutiva desde la lesión de Ricky el pasado martes.

Y es que todavía no se han recuperado de la lesión de Rubio, algo que reconoció el propio Kevin Love tras el partido contra los Hawks.

"Tenemos aún una resaca emocional por la pérdida de Ricky. Fue emocionante e increíble verle aquí. Le queremos, pero debemos pasar página. Se tiene que recuperar, y nosotros debemos seguir a pesar de que lo vamos a echar de menos", dijo Love.

En la misma línea se posicionó J. B. Bickerstaff, entrenador de los Cavaliers: "Hablé con él y me dijo que no había acabado. Que seguía queriendo formar parte del equipo".

"Lo queremos alrededor. Su personalidad es contagiosa. Su espíritu es contagioso. Es una ayuda", sentencia.

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